Moléculas orgánicas
Las principales macromoléculas que constituyen a los seres vivos son las proteínas, los ácidos nucleicos, los hidratos de carbono y los lípidos.
El cuerpo humano tiene más de 30.000 proteínas (aminoácidos) diferentes, cada una con una función específica. Son los responsables de casi todas las propiedades y funciones de las células. Algunas proteínas son la queratina, el colágeno, la fibrina y la elastina.
Enzimas: Son un tipo particular de proteínas que aceleran la velocidad de todas las reacciones químicas que ocurren en una célula: la digestión de los alimentos, la coagulación de la sangre, la contracción muscular, etc.
Existen dos tipos de ácidos nucleicos: el ácido desoxirribonucleico (ADN) y el ácido ribonucleico (ARN). Recién en 1953 el ingles Francis Crick y el estadounidense James Watson demostraron que el ADN se forma por dos cadenas de nucleótidos que están unidas, formando una doble hélice y que la molécula del ADN tiene la capacidad de transportar información.
Entre los componentes del núcleo de las células está la cromatina (cromosomas), formada por moléculas de ADN y muchas proteínas (histonas), y constituye el material hereditario de los individuos. El ADN es la clave de la herencia: en su estructura tiene un código de instrucciones que regula la síntesis de enzimas y otras proteínas específicas. Igualmente, los genes son partes del ADN y unidades hereditarias que están en los cromosomas, y estos se transmiten de padres a hijos dándoles características comunes que lo identifican.
El ADN se forma por cuatro bases nitrogenadas, adenina, timina, citosina y guanina, que se repiten miles de millones de veces en un genoma. El genoma humano tiene 3.000.000.000 de pares de bases.

