El Tacto
Una de las funciones de la piel es la de percibir sensaciones por medio del sentido del tacto. Por él se pueden reconocer texturas, dimensiones, distinguir las temperaturas y percibir sensaciones dolorosas o cosquilleos. La piel es un órgano absolutamente receptivo y en ella se encuentran una especie de sensores que se llaman receptores táctiles.
Las terminaciones nerviosas -que están presentes en toda la piel- permiten percibir las sensaciones de dolor y, como los corpúsculos de Meissner, tienen a su cargo el tacto fino. Estos están ubicados cerca de la epidermis y hay una concentración importante
Caliente Y Frío
Por el sentido del tacto detectamos la temperatura de nuestro cuerpo y la de otros. Los corpúsculos que detectan frío son bastante más numerosos y superficiales que los que perciben el calor. Esto explica dos generalidades: las personas suelen ser más sensibles al frio que al calor, y la sensación de calor se percibe con menos rapidez que la de frío, por lo que muchos suelen quemarse sin darse cuenta de eso.
Dato Importante Acerca Del Tacto
Las dos zonas mas sensibles al tacto son las yemas de los dedos y el extremo de la lengua, porque en ambas se encuentran entre 100 y 200 corpúsculos de Meissner por cm2.
Dentro del sentido del tacto se incluye también el sentido del dolor, que permite tomar consciencia de una herida o lastimadura.
Son las terminaciones nerviosas libres -entre 50 y 200 por cm2- las que retransmiten la información al cerebro. Es normal que, ante la sensación de dolor, se retire el cuerpo de la fuente que lo causó. Este tipo de reacción involuntaria se denomina acto reflejo.

